lunes, 31 de agosto de 2015

Vidas anónimas.

En la limusina negra, con los cristales tintados del mismo color, un rico y gordo empresario enfundado en su traje recién planchado abraza a la que es su amante a tiempo parcial mientras llama a su secretaria.
- Teresa dile a mi mujer que no llegaré a la cena por asuntos de gran importancia que me retienen.
- Sí señor.
 Con una sonrisa lasciva, se enciende un puro, lo aguanta con una mano y la otra la mete bajo la falda de su acompañante. Ella suelta una inocente risita.
- Qué bien lo voy a pasar - susurra él.

[...]

Un taxi se añade a la circulación. El conductor es de raza india y la joven que va detrás llora desconsoladamente. Acababa de llegar a su casa, cuando encontró a su madre tendida en el suelo. No respondía a los gritos ni las sacudidas que propinaba la hija.
- ¡¡Mamá!! No, por favor...
No tenía pulso.

[...]

Un coche va dirección al aeropuerto. En el va una joven pareja. Él de una punta de la península, ella de la otra. Él conduce, espiándola por el rabillo del ojo y preguntándose porqué habrá pasado el tiempo tan rápido, ella va concentrada en el paisaje intentando no llorar por tener que despedirse. De fondo suena el grupo preferido de ambos.

[...]

- ¡Aguanta, cariño!
Detrás suena un gruñido.
- ¡Ya llegamos al hospital!
- Las contracciones... son más fuertes... - dice entrecortadamente la mujer que va en el asiento trasero.
Él acelera, mientras en su mente cruzan las ideas de que va a ser padre y que lo acaban de despedir, por lo que no entra ningún dinero a casa. La voz de su mujer lo saca de sus pensamientos.
- Quiero que el niño lleve tu nombre.

[...]

Una furgoneta blanca con tres integrantes, un matrimonio y su hija, va siguiendo al coche de delante, verde. La esposa lleva un mapa desplegado y de repente suena un grito.
- ¿¡Pero a dónde va!? ¡Era la salida anterior! Maldita sea.
Pita, pero el conductor de delante no hace ningún caso. La verdad es que quien conduce el coche verde es cabezón y tiende a pasar de todo el mundo, haciendo lo que le sale de las narices.
La joven de la furgoneta se pone los cascos, desconecta y empieza escribir.


domingo, 16 de noviembre de 2014

Últimas cenizas.

Yo
no decidí vivir.
No fui yo
quien escogió el sufrimiento,
el vacío,
el dolor,
para después morir.
Pero aquí estoy
en un pozo sin fondo y
en la más oscura tristeza
intentando sobrevivir, ser más fuerte que el destino.
                   
                        [aunque nada es eterno
                        y mis fuerzas se agotan ya]


Y aún sin haber elegido el vivir
ahora puedo elegir el morir
y dedicarle esta jugarreta a quien fuera
que me dio esta mísera vida.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Llantos sucios.

Llorar bajo la lluvia es de las mejores sensaciones que existe; tus lágrimas quedan disimuladas por las gotas mientras desahogas tu tristeza a la vez que las nubes se desahogan de la suya; ambas lloráis a la vez, cielo y tú. 

Dicen que para saber si quieres a alguien tienes que dejarlo marchar. Lo que no dicen es que luego tal vez no vuelva. Sigo sin entender qué coño pasó, qué hice mal. Supongo que le dejé marchar, y sí, le quería, pero fue demasiado tarde. Ahora es eterno invierno en mi corazón, como si Perséfone hubiera muerto y Deméter estuviera de luto continuo, como si nevara en mi interior. Cuando la última nota ha dejado de sonar, cuando la última flor ha caído seca, cuando la última luz ha sido apagada; entonces he sido consciente. Estoy sola y solo me quedan decir adiós. Cómo una actriz se retira entre bambalinas mientras le lanzan crisantemos a sus pies. 

Adiós. 

lunes, 29 de septiembre de 2014

Despedida.

Dicen que todos tenemos un don que nos hace especial. Que todos tenemos algo en lo que ser los mejores. Jamás descubrí qué era lo mío.

[...]


 Supongo que esto es lo más parecido a una carta de despedida que podrás encontrar, mi querido Tom. No creas que a mí no me duele, escribo esto con el corazón encogido por el sufrimiento que llevo encima. Pero debo hacerlo; por mi bien, por tu bien, por el de todos. Me voy.

La vida nunca fue generosa conmigo, no sé porqué. Pero aún así intenté ser fuerte, afrontar los problemas. Sin embargo llega un momento en que la vida, o el destino, toma las riendas y ves cómo, en contra de tu voluntad, todo alrededor tuyo se hunde en un oscuro pozo. Entonces te adaptas, nada más. Te vas autodestruyendo tú mismo, olvidado por todos y como un fantasma, hasta que llega el punto en el que la vida no tiene sentido.

 Y aquí apareciste tú. Siempre odié que dudaras de mi amor hacia ti. Te quería, y quiero, simplemente. No hay razones físicas para querer a alguien. Pero a la vida le gusta joder, y pronto volví al pozo del que había salido, aunque esta vez tú me acompañabas y no fue tan difícil. Sin embargo ha llegado el momento de decir adiós. Y entonces, cuando me di cuenta que tenía que decir adiós, descubrí también en qué era yo la mejor.

¿Sabes qué tienen en común todos los funerales? En todos ellos se oye a alguien diciendo: "Siempre se van los mejores". Me toca ser la mejor.



 [All things come to be loved and lost]

martes, 22 de julio de 2014

Ella: Existencia.

Vivía sin vivir.
Y explotó. 

Era una bomba de relojería sin ella saberlo. Surgió una llama en su interior reclamaba salir al exterior. Librarse del disfraz que era su cuerpo y poder vivir realmente libre.
¿Cómo es vivir una mentira? ¿Vivir un teatro? ¿Interpretar una obra llamada "vida" que tú mismo no diriges?
¿Cómo es vivir sin vivir?

La llama se convirtió en incendio y arrasó con ella. Su cuerpo se volvió cenizas. Pero ya era libre. Ya era ella misma.

mientras llovía sobre los restos del incendio, una llama persistía, una llama que no se apagaba. Y sí, de la llama resurgió la vida, renació ella.
Porque eso es ella, vida, fuego y lucha. Ella es luz; la luz que guía a los invisibles, a los que pasan desapercibidos, a los inexistentes.

Ella es luz en mitad del tenebroso mundo.



[Baby if you could would you go back to the start take any fresh steps or watch it all fall apart, again.]


 

domingo, 6 de julio de 2014

De poetas y musas.

   
                                                                                  15/12/93
     

Hoy he estado investigando de nuevo en el "baúl de los secretos"; la historia ya va tomando forma y voy a plasmarla para no perderme detalle alguno.

Mi abuela se llamaba Amélie y sí, era francesa. Tuvo un matrimonio concertado, con un ricachón perteneciente a la alta burguesía; ella no lo amaba, pero sus padres la obligaron porque "era lo mejor para ella y su futuro". A sus 24 años y casada con un varón de 53,  ya me imagino su vida, pobre mujer; ella que era loca, ella que de dejaba guiar por su corazón, ella sabía que ese no era sus lugar. Hasta que ocurrió. No hay muchos detalles de cómo, pero conoció a un pobre poeta francés que le prometió la luna mientras se perdía en su mirada. Huyó con él. Huyó de sus responsabilidades, de su marido, de su casa, de su monótona y horrible vida, para por fin seguir a su corazón. Estuvieron viviendo en un pequeña y destartalada buhardilla en París, haciendo poesía con sus cuerpos, entre gemidos y sudores, ella posaba y él la retrataba en versos. No necesitaban soñar con una vida mejor, porque ellos ya la tenían. De esa unión, que duró casi 7 años, nació mi padre.

Cuando el esposo de mi abuela logró encontrarlos, se "hizo justicia". El pobre y desdichado poeta fue muerto. Su musa, mi abuela, se suicidó.

Ninguno de los dos fue enterrado, espero y deseo con todas mis fuerzas que sus huesos yazcan juntos en algún lugar remoto.